Reseña: Los Cuatro Acuerdos - El Radar Literario

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19 agosto 2022

Reseña: Los Cuatro Acuerdos

 


Título: Los Cuatro Acuerdos
Título original: The Four Arrangements
Autor: Don Miguel Ruíz
Libro: Autoconclusivo
Páginas: 160
Género: Superación/Filosofía/Autoayuda
Editorial: Urano
Calificación: 5 Estrellas

SINOPSIS

3,000 años atrás, hubo un ser humano como tú y como yo, que vivía en una ciudad rodeada de montañas; estudiaba para ser chamán... aunque no estaba del todo de acuerdo con lo que le enseñaban. Cuando dormía en una cueva, soñaba soñó que veía su propio cuerpo y en ese momento sucedió algo en su interior que transformó su vida.

Al mirar sus manos escuchó su propia voz, que le decía: 
"Estoy hecho de luz, estoy hecho de estrellas", y aunque estaba hecho de estrellas, él no era esas estrellas. Decidió entonces llamarlas "el tonal", y a la luz que entraba en ellas "el nagual", creando en conjunto la armonía. Y el espacio entre ambos es la Vida o Intento.

La vida es la fuerza de lo absoluto, lo supremo, la creadora de todas las cosas.
El mundo de la ilusión es como un humo que nos impide ver lo que realmente somos.

Era un espejo para los demás, donde podía verse. Pronto olvidaría todo lo aprendido y decidió llamarse a sí mismo Espejo Humeante. Recordando siempre que la materia es un espejo y que el humo de por medio es lo que nos impide saber quienes somos.

Antes de que naciéramos, nuestros antecesores crearon un enorme sueño externo llamado el sueño de la sociedad o el sueño del planeta. Es el suelo colectivo hecho de millones de sueños más pequeños; incluye todas las reglas de la sociedad, sus creencias, sus leyes y sus religiones. Nacemos con la capacidad de aprender a soñar. La atención es la capacidad que tenemos de discernir y centrarnos en lo que queremos percibir; pero usamos nuestra atención para retener en primer plano lo que nos interesa.

Aprendemos a captar la atención y desarrollamos una necesidad de atención, que se fortalece y continúa en la edad adulta. El sueño externo capta nuestra atención, más si no estamos de acuerdo, no retenemos esa información; tan pronto como estamos de acuerdo con algo, lo creemos y lo llamamos "fe".

Seguimos buscando y buscando cuando todo ya está en nosotros. Necesitamos sentir que tenemos la razón y que los demás están equivocados. Toda nuestra mente es una bruma que los toltecas llamaron mitote. En la India lo llaman maya, que significa "ilusión". Es nuestro concepto de "yo soy".

Aprendimos a intentar satisfacer las exigencias de los demás y creamos una imagen de perfección, pero nunca encajamos en ella. Bajo ese punto de vista, nunca seremos perfectos.
Al no ser perfectos, nos rechazamos a nosotros mismos, y es imposible perdonarnos por no ser lo que deberíamos ser. Nos deshonramos sólo para complacer a los demás.

Pero nadie nos maltrata más que nosotros mismos.
Si te castigas de forma exagerada, tal vez toleres a alguien que te agrede físicamente, porque de acuerdo a tu sistema de creencias, dices: "me lo merezco". Los acuerdos que surgen del miedo, requieren un gran gasto de energía, y los que surgen del amor la conservan e incluso la aumentan.

Para que cambies tu antiguo sistema de creencias, necesitas una gran voluntad para adoptar los 4 acuerdos: Se impecable con tus palabras, No te lo tomes personal, No supongas nada y Haz siempre lo máximo que puedas.

MI OPINIÓN
¡Que tal amigos, gracias por su paciencia!

Es un libro que tú que lees esto, ¡debes leer ya!
Llegó en un momento muy difícil de mi vida y se convirtió en la zona de confort que necesitaba en ese momento.

Comienza con una crítica a un determinado nicho de la sociedad, ese que a pesar de los años, seguirá pensando de la misma manera: vivimos dormidos en el sueño de la sociedad o sueño del planeta. Yo entendí que sólo seguimos haciendo lo que el de enfrente hace, aunque dudemos por dentro y por dentro haya algo que nos advierte que no estamos haciendo lo correcto.

"Cualquier cosa que ponga en tela de juicio lo que creemos nos hace sentir inseguros"

Esta frase fue la clave para saber que iba por el camino correcto. ¿Cuántas veces no vamos por la vida creyendo que vivimos con la verdad, y de repente, la misma nos cambia el juego? Y no solo hablo de alguna cuestión religiosa, miles de creencias (la mayoría, limitantes) donde desde los primeros años de vida, nos enseñaron que no podríamos destacar en una ámbito en específico: "en mis días de primaria, yo veía que mis compañeros se burlaban de mi porque pensaba diferente y no era como ellos". Como el que no se burla del niño que le tiran sus cosas al suelo, le ayuda a recogerlos y comienza una bonita amistad.

Y ahora, los acuerdos.

SÉ IMPECABLE CON TUS PALABRAS.
Pueden crear el sueño más bello o destruir todo lo que te rodea. Según cómo las utilices, las palabras te liberarán o te esclavizarán aún más de lo que imaginas; es decir, cuando eres determinante en tus ideas, no te va a importar si no te entienden o pretenden hacerte quedar en ridículo. Estás en un nivel de consciencia tal que no alcanzan a comprenderte. Si adoptamos el Primer Acuerdo, cualquier veneno emocional acabará por desaparecer de nuestra mente, también te proporcionará inmunidad frente a cualquier persona que te lance un hechizo.

Dite a ti mismo que eres una persona maravillosa, fantástica. Dite cuánto te amas. Utiliza las palabras para romper todos esos pequeños acuerdos que te hacen sufrir.


NO TE LO TOMES PERSONAL.

Este punto en especial es con el que más me quedo.
Nada de lo que hagan los demás es por mi, porque lo hacen por ellos mismos y entre más personal parezca, nada tiene que ver conmigo. De lo contrario, me convierte en una presa fácil.
Lo que pienses de mi no es importante para mi y no me lo tomo personal.
Ningún comentario me afecta porque sé lo que soy. No necesito que me acepten.
Ni siquiera las opiniones que yo tengo sobre mi, son necesariamente verdad.
Si hago caso a lo que me dicen, me expongo a sufrir por nada.
Me mienten porque tienen miedo a que descubra que no son perfectos.
Y finalmente, si no me tomo el veneno emocional, se volverá más nocivo para quien lo envía y no para mí.
Amigos, cuando me repito estas palabras, suelo salir de ese momento donde mi cabeza es un desorden; los invito a hacer lo propio.

NO SUPONGAS NADA.
Cuando terminé este capítulo, dejé de idealizar gente y momentos.
Tendemos a suponer todo y cuando lo hacemos, creemos que es cierto. Es mejor preguntar.
Sólo vemos y oímos lo que nos conviene, no percibimos la verdad. Si otras personas piensan que debo cambiar, entonces no me aman tal como soy. Debemos ser quienes somos o mostraríamos una mala imagen.
Debo asegurarme de que las cosas queden claras y aún así, no suponer que lo sé todo.
Cuando ya no haga suposiciones, mis palabras se volverán impecables; si soy constante, estos nuevos acuerdos serán parte de mí día a día.

HAZ SIEMPRE LO MÁXIMO QUE PUEDAS. Para ir cerrando con broche de oro.
El título lo dice todo. Al pasar por los 3 acuerdos anteriores, entendí este último como una despedida: aplica todo el conocimiento aprendido y sácale el jugo. Entrégate al máximo en cada cosa que hagas, sueña a lo grande, inspírate cada día, no permitas que los pensamientos de tu prójimo e incluso los tuyos propios, te detengan de alcanzar tu potencial.
Ya que si estamos encaminados a la grandeza, entonces nos espera la grandeza.

Gracias por tenerme paciencia y haber esperado este largo mes que, no ha sido el mejor en los últimos 20 años, ¡pero aquí estamos! Gracias por seguir leyendo mis reseñas y por recomendarlas, se los agradezco de todo corazón.

¡Gracias por tu atención nos vemos en la próxima!

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