Título: Hermanastra
Título Original: Stepsister
Título Original: Stepsister
Autor: Jennifer Donnelly
Libro: Autoconclusivo
Libro: Autoconclusivo
Páginas: 379
Género: Romance/Juvenil/Aventuras
Género: Romance/Juvenil/Aventuras
Editorial: RBA (Océano)
Calificación: 4.5 Estrellas
SINOPSIS
Cuenta la historia de 3 hermanastras, una de ellas desea ser seleccionadas por el príncipe para vivir en su castillo y ser felices por siempre.
En teoría esa sería la historia... sin embargo, no todas las historias tienen que repetirse.
Ella, Octavia e Isabelle se llevan muy bien entre ellas desde la infancia, una jugaba a ser la reina de Saint-Michel, otra separaba las hojas y los insectos y calculaba cuánto tiempo tenían de vida, y la última jugaba a ser pirata de un barco, peleando contra los barcos enemigos que querían adueñarse de sus territorios; todo era felicidad y armonía en cada uno de sus pequeños mundos. Hasta que llegó un alguien que le pareció anormal que una de ellas no jugara como las otras, sino que estaba rodeada de diferentes objetos.
Llamó a esta última y quiso ridiculizarla, ya que no concebía que a su corta edad la respuesta a su pregunta fuera tan categórica. Pero no estaba sola, la que jugaba a ser reina salió en su defensa, pero ese alguien no escucho su réplica. En realidad, la niña era muy linda y llamó su atención; acto seguido, hubo una disculpa y le dio un caramelo. Al ver esto, la que jugaba a ser pirata bajó del árbol y le pidió uno para ella, pero como no poseía la belleza de su hermana, simplemente recibió una reprimenda.
...lamentaba no ser tan bella como su hermana...
...que podía conseguir lo que quisiera con una sonrisa...
Pasaron los años y era momento de recibir la visita del Príncipe que llevaba una zapatilla; por capricho de Maman, la madre de las hermanastras, debía ser Isabelle quien tenía que calzar esa zapatilla, a cualquier precio. Aún si se tuviera que cortar los dedos y así lo hizo.
El plan se llevó a cabo, escondiendo a la que debería estar en el carruaje rumbo al castillo; pero la verdad siempre sale a flote por lo que está destinado a ser.
Antes de bajar de la carroza, Isabelle sentía un dolor en el pie donde se cortó los dedos y la media se dibujaba de un rojo intenso. Resistió y bajó... hasta que cojeó.
A lo lejos venía corriendo Ella, huyendo un encierro involuntario para estar con su ser amado, con quien después de todo, logró entrelazar sus dedos y su corazón para que vivieran felices en el Château Rigolade.
Todos conocemos ese cuento. La chica guapa se va con el príncipe guapo y punto final.
¿Pero qué pasa con sus hermanastras?
¡También son parte de la historia!
Pero Isabelle deseaba ser bella.
Detesta a su hermana, tanto que desea ser bonita como ella.
Por que su vida ha sido un suplicio, en el pueblo de Saint-Michel la tratan con indiferencia. Quizá tengan razón al creer que quiso engañar al príncipe, pero fue Maman la de la idea. Su madre, siempre hacen lo que ella quiere.
Una noche caminando en el bosque, se encontró con Tanaquill: la Reina de las Hadas.
Escuchó el llamado de su corazón, que estaba destrozado, pedazo a pedazo.
Si Isabelle quería que su deseo se cumpliera, tenía que ganárselo: debe encontrar los fragmentos perdidos de su corazón.
Para ayudarla le dio 3 herramientas:
1) Una quijada pequeña y fina
2) Un tegumento erizado entre sus afiladas espinas 3) La mitad de una nuez vacía.
Con eso, lograría conseguir lo que si corazón anhela. ¿Con eso lograría cumplir su deseo? Mas que herramientas, son cosas que se pueden encontrar al rededor de su casa, ¿qué tienen de extraordinario? Pronto, muy pronto lo descubrirá.
En teoría esa sería la historia... sin embargo, no todas las historias tienen que repetirse.
Ella, Octavia e Isabelle se llevan muy bien entre ellas desde la infancia, una jugaba a ser la reina de Saint-Michel, otra separaba las hojas y los insectos y calculaba cuánto tiempo tenían de vida, y la última jugaba a ser pirata de un barco, peleando contra los barcos enemigos que querían adueñarse de sus territorios; todo era felicidad y armonía en cada uno de sus pequeños mundos. Hasta que llegó un alguien que le pareció anormal que una de ellas no jugara como las otras, sino que estaba rodeada de diferentes objetos.
Llamó a esta última y quiso ridiculizarla, ya que no concebía que a su corta edad la respuesta a su pregunta fuera tan categórica. Pero no estaba sola, la que jugaba a ser reina salió en su defensa, pero ese alguien no escucho su réplica. En realidad, la niña era muy linda y llamó su atención; acto seguido, hubo una disculpa y le dio un caramelo. Al ver esto, la que jugaba a ser pirata bajó del árbol y le pidió uno para ella, pero como no poseía la belleza de su hermana, simplemente recibió una reprimenda.
...lamentaba no ser tan bella como su hermana...
...que podía conseguir lo que quisiera con una sonrisa...
Pasaron los años y era momento de recibir la visita del Príncipe que llevaba una zapatilla; por capricho de Maman, la madre de las hermanastras, debía ser Isabelle quien tenía que calzar esa zapatilla, a cualquier precio. Aún si se tuviera que cortar los dedos y así lo hizo.
El plan se llevó a cabo, escondiendo a la que debería estar en el carruaje rumbo al castillo; pero la verdad siempre sale a flote por lo que está destinado a ser.
Antes de bajar de la carroza, Isabelle sentía un dolor en el pie donde se cortó los dedos y la media se dibujaba de un rojo intenso. Resistió y bajó... hasta que cojeó.
A lo lejos venía corriendo Ella, huyendo un encierro involuntario para estar con su ser amado, con quien después de todo, logró entrelazar sus dedos y su corazón para que vivieran felices en el Château Rigolade.
Todos conocemos ese cuento. La chica guapa se va con el príncipe guapo y punto final.
¿Pero qué pasa con sus hermanastras?
¡También son parte de la historia!
Pero Isabelle deseaba ser bella.
Detesta a su hermana, tanto que desea ser bonita como ella.
Por que su vida ha sido un suplicio, en el pueblo de Saint-Michel la tratan con indiferencia. Quizá tengan razón al creer que quiso engañar al príncipe, pero fue Maman la de la idea. Su madre, siempre hacen lo que ella quiere.
Una noche caminando en el bosque, se encontró con Tanaquill: la Reina de las Hadas.
Escuchó el llamado de su corazón, que estaba destrozado, pedazo a pedazo.
Si Isabelle quería que su deseo se cumpliera, tenía que ganárselo: debe encontrar los fragmentos perdidos de su corazón.
Para ayudarla le dio 3 herramientas:
1) Una quijada pequeña y fina
2) Un tegumento erizado entre sus afiladas espinas 3) La mitad de una nuez vacía.
Con eso, lograría conseguir lo que si corazón anhela. ¿Con eso lograría cumplir su deseo? Mas que herramientas, son cosas que se pueden encontrar al rededor de su casa, ¿qué tienen de extraordinario? Pronto, muy pronto lo descubrirá.
MI OPINIÓN
¡Muy buen día, amigos lectores!
Ya tenía ganas de leer un retelling que me despejara de estas épocas de cuarentena, creo que por eso la llamamos #CuarentenaLectora
Desde las primeras páginas nos describen a las tres hermanas, sus características físicas y su personalidad. Luego nos hablan de Maman, su madre y de relación que hay entre las tres, que se llevan muy bien entre ellas. Hacen énfasis (durante todo el libro) que Isabelle no es bella y esto para mi tiene su mensaje, se da a entender que los cuentos de hadas no tienen por qué ser todas guapas y perfectas.
Después nos ponen en contexto: Las Parcas (quienes trazan en un mapa, usando pluma de cisne y una tinta especial, el destino de la vida de las personas), hacen una apuesta con Azar (un joven de ojos color ámbar, piel oscura y largas trenzas negras) donde prácticamente las obliga a aceptarla.
Aunque tarda varios capítulos en arrancar de lleno, la autora tiene una pluma muy buena donde no paraba de leer capítulo tras capítulo. Cabe mencionar que son capítulos corridos y los nombra cada uno por letras y no por números, un detalle interesante.
El libro está lleno de frases y lecciones donde nos invita a dejar de compararnos con otras personas; específicamente a las mujeres: dejen de sentirse menos, sentirse acomplejadas por los estándares de belleza impuestos por la sociedad que las hacen sentirse "feas", cuando el concepto de belleza no tiene que ver con la apariencia.
Volviendo a la historia, entramos al corazón de la Maison Douleur, el hogar donde conviven las hermanastras y Maman. Parte del inicio se desarrolla entre ir y venir aquí e ir a la naturaleza que le rodea; si algo disfrute mucho fue la descripción de los árboles, los animalitos que rodeaban la zona de su vivienda y la interacción que tenían.
Aunque también el circo que se traían entre Azar y todo su séquito, al llegar a la vida de Isabelle fue el complemento que hacía falta para sacarla de su zona de confort. Y cuando digo circo, es literal, porque era divertido ver como cada integrante tenía devoción por lo que hacía por más que el auto-caravana donde venían tuviera movimientos bruscos o que se encontraran con algo desagradable por la carretera.
Desde el punto en que Tanaquill le entrega esas 3 herramientas, supe por donde iba la cosa. Aquí había un secreto que, a decir verdad, era predecible pero no cuándo iban a sobresalir.
Si hablo más de Isabelle que de Tavi (Octavia) o Ella, es porque la historia se enfoca más en ella y los complejos que arrastra desde la infancia, hay un énfasis en su reacción cada que le dicen: "tú eres la hermanastra fea", primero deja salir a la loba que tiene adentro y se desquita diciendo improperios al por mayor, a medida que avanzan las páginas y va creciendo su reacción se va apaciguando, dándose cuenta que lo importante no es lo que le dicen, sino ¿por qué se lo cree?
Esta última frase se la dice Félix, su amor desde la adolescencia. Muy linda historia.
Plasmaron su amor en un árbol, y justo cuando tuvieron su primer beso de novios, fueron testigos del nacimiento de un animalito que fungió de testigo de su romance.
Los encuentros entre Azar y La Parca hablando de mapas, colores, trazos y direcciones, fue el amortiguador que necesitaba, porque en un capítulo hablan de las hermanastras, otro del circo, otro de los ratones y su hambre, otro más de la vecina que en cuanto escuchó "herencia" se transformó, y también sobre Volkmar.
Antes de hablar sobre Volkmar quisiera hacer una mención honorífica a Martin, el fiel corsel de Isabelle de color café.
Me gustó la comunicación entre ellos, pareciera que él la escuchara y la entendera como si fuera un humano, debe ser por la fantasía, no sé, quizá porque ella lo crió desde muy joven; aunque a quien sí crió desde muy potrillo fue a Nero, su otro fiel cosel de color negro como la noche y que cada que se encontraba con él, resurgían unas energías y una fuerza tan poderosa que nada podía detenerlos.
Y ahora sí, cerrando esta reseña.
Volkmar es sanginario, cruel e inhumano. Se deshace de sus enemigos a cualquier precio e incluso puede acabar con pueblos enteros si así lo desea.
Pero esa tan esperada batalla... no sé.
Amigos, no voy a arruinarles el final, es más, ¡me gustaría saber tu opinión!
Aunque también el circo que se traían entre Azar y todo su séquito, al llegar a la vida de Isabelle fue el complemento que hacía falta para sacarla de su zona de confort. Y cuando digo circo, es literal, porque era divertido ver como cada integrante tenía devoción por lo que hacía por más que el auto-caravana donde venían tuviera movimientos bruscos o que se encontraran con algo desagradable por la carretera.
Desde el punto en que Tanaquill le entrega esas 3 herramientas, supe por donde iba la cosa. Aquí había un secreto que, a decir verdad, era predecible pero no cuándo iban a sobresalir.
Si hablo más de Isabelle que de Tavi (Octavia) o Ella, es porque la historia se enfoca más en ella y los complejos que arrastra desde la infancia, hay un énfasis en su reacción cada que le dicen: "tú eres la hermanastra fea", primero deja salir a la loba que tiene adentro y se desquita diciendo improperios al por mayor, a medida que avanzan las páginas y va creciendo su reacción se va apaciguando, dándose cuenta que lo importante no es lo que le dicen, sino ¿por qué se lo cree?
Esta última frase se la dice Félix, su amor desde la adolescencia. Muy linda historia.
Plasmaron su amor en un árbol, y justo cuando tuvieron su primer beso de novios, fueron testigos del nacimiento de un animalito que fungió de testigo de su romance.
Los encuentros entre Azar y La Parca hablando de mapas, colores, trazos y direcciones, fue el amortiguador que necesitaba, porque en un capítulo hablan de las hermanastras, otro del circo, otro de los ratones y su hambre, otro más de la vecina que en cuanto escuchó "herencia" se transformó, y también sobre Volkmar.
Antes de hablar sobre Volkmar quisiera hacer una mención honorífica a Martin, el fiel corsel de Isabelle de color café.
Me gustó la comunicación entre ellos, pareciera que él la escuchara y la entendera como si fuera un humano, debe ser por la fantasía, no sé, quizá porque ella lo crió desde muy joven; aunque a quien sí crió desde muy potrillo fue a Nero, su otro fiel cosel de color negro como la noche y que cada que se encontraba con él, resurgían unas energías y una fuerza tan poderosa que nada podía detenerlos.
Y ahora sí, cerrando esta reseña.
Volkmar es sanginario, cruel e inhumano. Se deshace de sus enemigos a cualquier precio e incluso puede acabar con pueblos enteros si así lo desea.
Pero esa tan esperada batalla... no sé.
Amigos, no voy a arruinarles el final, es más, ¡me gustaría saber tu opinión!
¡Y aquí la dejamos!
¡Muchas gracias por leerme y nos vemos en una próxima lectura!
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