Día 8, Encuentro Booktube y menciones honoríficas.
Llegamos a los últimos días de FIL y la nostalgia, los recuerdos y todas lo vivido alcanza llegan a su fin, ¡pero aún falta mucho para que termine! Así que ese día me lanzo directito al Salón 7 del Área Nacional para presenciar el evento que me hizo conocer Booktube.
Aunque llegué con demora, pude apreciar a los panelistas.
El tema de la primera hora fue: Los Libros Ocultos.
Por desgracia, cuando llegué, estaban en el momento de las conclusiones.
Debido a la posición donde me encontraba, esto fue lo más cerca que pude tomarlos.
De izquierda a derecha: Nando López (autor), Jorge Haro (autor), Annie Peña (Booktoker/Bookstagrammer)
De izquierda a derecha: Nando López (autor), Jorge Haro (autor), Annie Peña (Booktoker/Bookstagrammer)
y moderaba Andrea Moreno.
Han pasado tantos días y me olvidaba de un detalle.
Para esta edición utilicé 2 cámaras, ya que de un año para acá el tema de la fotografía ha sido una de mis grandes pasiones que descubrí. Por eso es que en algunas imágenes se ve o más claro o con más o menos color; la FIL fue mi campo de entrenamiento y en la siguiente edición trataré de tener la mejor calidad para ustedes.
Desde este ángulo se puede apreciar que conforme
avanzaba la mañana, mayor era la asistencia.
Y terminaba la primera hora, no sin antes avisarnos que habrá un break de 15 minutos para desayunar o en otros casos, para saludar a los amigos que ese día llegaban (no sé si les dije, pero hay amigos que llegan desde el miércoles, desde el principio o sólo el segundo fin de semana).
Una vez terminando de desayunar, daba inicio la segunda hora.
¿¡Pero cuál fue mi sorpresa!? No sé si tardé demasiado en el almuerzo.
Cuando volví, la fila para ingresar al salón aumentó significativamente y no era para menos, porque entraban a escena las figuras más conocidas por la audiencia.
El tema: Los jóvenes no leen... y otras mentiras que nos han contado.
Ventaja de entrar tarde es capturar este momento.
Abro la puerta y me encuentro en un salón repleto por todos lados, en las sillas, en los costados, sentados, de pie y a veces se intercambiaban lugares entre los que se sentaban y los que estaban de pie; yo no iba a rendirme a estas alturas del partido, ¡no señor!, de manera que me encontré en el mejor lugar disponible:
Exactamente en medio, aunque por el ángulo se ve muy atrás.
Fue el mejor lugar porque pude escucharlos y verlos mejor.
Y de nuevo las cosa cambiaban y me suponían un nuevo reto.
Desde aquí me fue casi imposible obtener una imagen amplia con todos los panelistas, de manera que tuve que ir de la teoría a la práctica; a continuación, ellos hablaron largo y tendido de mitos de ciertos géneros literarios que polarizaron la vox populi:
Desde aquí me fue casi imposible obtener una imagen amplia con todos los panelistas, de manera que tuve que ir de la teoría a la práctica; a continuación, ellos hablaron largo y tendido de mitos de ciertos géneros literarios que polarizaron la vox populi:
Rodrigo Unda o Cartas de un Lector, muy admirado por las jóvenes presentes.
Y nos daba la exclusiva de estar trabajando en un libro, actualmente en venta.
Michelle Ortiz o Morra que Lee, tuve la oportunidad de saludarla en la zona de prensa y me dio muy buenas vibras; para mi, la más concisa en sus respuestas, participativa y buena consejera.
Ale Solares o LibrosLibrosLibros, nueva para mi; sus libros favoritos son los libros lesbianos (como ella los llama) y perdí la cuenta de todos los que recomendaba.
Ati Díaz o Conejo Literario, del las primeras panelistas
de la generación y me dio gusto volver a verla.
No sé si soy yo pero por momentos me quedo con los Booktubers de la vieja escuela y me entero al poco tiempo de la nueva ola, que no se queda en YouTube; algunos se van a TikTok y me cuesta ubicar a las nuevas generaciones.
¡Que el amor por los libros se transmita en todos los canales habidos y por haber!
¡Que el amor por los libros se transmita en todos los canales habidos y por haber!
Es de sabios rectificarse.
Dije que no me iba a rendir e hice un último intento.
En este momento, preguntaron si se habían enamorado de algún personaje literario.
No fue por mi.
El tiempo en el desayuno me hizo perder la noción del tiempo; por confiarme, nuevamente llegaba retrasado. Sin embargo, pude apreciar gran parte de la charla donde se retomaron algunos temas de la plática anterior -ellos estuvieron ahí-, sobre aquellos libros que nos obligaban a leer en la secundaria y que, por leerlos imperativamente, creímos que leer era aburrido o asociamos el leer como algo más obligatorio que por placer.
Hace algunos años al final de la última charla había un momento que tristemente se fue perdiendo con el tiempo. Todos se subían al escenario para registrar un momento que sería recordado a futuro: la foto final.
Y cuando digo todos, me refiero a los panelistas, a los creadores de contenido que se encuentran entre el público como son los blogueros, bookstagrammers, booktokers y booktubers que quizá no tengan los mismos números que los primeros mencionados, pero que gracias a éstos ellos se inspiraron para tener un lugar o porque simplemente les nació de corazón hacerlo. Ojalá este año se repita aquella épica foto donde son tantos que tengo que dar varios pasos atrás para que no se me pierda ninguno; veremos que nos depara el destino.
Al terminar la última charla nos hicieron un llamado esperar y hacer una nueva fila, ya que nos sería entregado nuestro Kit de Bienvenida al encuentro, del cuál tuve la fortuna de ser poseedor de uno.
Y como pudieron ver, estos libros iban dentro de un muy bonito morral del cual ya le he dado un buen uso, de manera que aunque algo desgastado, aún conserva de maravilla.
Muy resistente, de buen materia y muy bonito, ¡gracias de nuevo al staff!
Y algo que también incluye el kit es algo que he coleccionado desde el Segundo Encuentro, ya que cuando estuve en el primero todo era nuevo para mi y no tenía conocimiento de este evento tan maravilloso. Y se trata de...
La playera oficial del Encuentro, esta vez traída a nosotros
por VRYA con un espacio para poner un nombre.
Luego de la entrega del Kit, llegaba el día de la despedida.
Ese día tuve que despedir a varios de los amigos con los que estuve conviviendo toda la semana y era un momento triste... pero feliz de haber compartido con ellos la semana más importante del año.
Y también lo era para mi, mi último día en la Fiesta de las Letras.
Pero no me voy a despedir así, porque -como le dije a mi Club de La Orden del Fénix- es la semana donde recargo pilas para el resto del año y lo que esté por venir.
Así que haré algunas menciones honoríficas que tuvieron lugar en esos días.
Una de las Booktubers que más admiro -y pioneras- que conocí fue a Valentina Trava.
La constancia, el buen trabajo y la dedicación tienen sus frutos: estrenaba su primer
obra literaria, al lado de Maura Gómez.
Panini tuvo uno de los stands mas largos de la FIL, más grande que en años
anteriores y en otro lugar diferente a donde estaba acostumbrado a visitarlos.
En el Área Infantil, se estrenaba un Teatro que gran cantidad de niños pudieron disfrutar.
Fue mi primera vez en una Charlas con Café acompañado
de mis amigos de la Orden del Fénix.
Fue la primera vez que lloré oyendo de un libro,
con la amiga adecuada para el momento.
Solecito nos hizo un gafete a cada miembro de La Orden del Fénix,
de manera que todos estábamos identificados.
Fui testigo del la primera actividad oficial de Desencantalalala.
Este año Sharjah se lució en su Stand Central.
Fue la primera vez que pude disfrutar una fiesta; tenía años de no hacerlo
Compartí la espera más divertida, amena, platicadora y (¿cansada?, ni la sentí) de la semana, para que Karlette se llevara su firma y foto de Ramón Valdés Elizondo. Ella, la de las más conocidas y queridas en Booktube,
quien no duda en echarnos una mano cuando la necesitemos.
Fue la primera vez que estuve más cerca de los panelistas, aunque
aparentemente se veían lejos, tuve el mejor ángulo de todos.
Antes de pasar a la siguiente foto, tengo una historia que compartir.
Corría el año 2018 y llevaba menos de un año con mi blog, eran mis primeros meses haciendo amigos en el ámbito literario y es un asombro que hasta la fecha no he perdido (afortunadamente). Uno de los primeros días de Febrero recibo un mensaje de Lupita invitándome su club, el Club de Lectura Guadalajara, integrado por quien a priori sería una de mis mejores amistades de la comunidad: Khriz. Aquel día fue fundamental en mi crecimiento personal, porque ese día mi ansiedad social recibía un sacudón muy fuerte teniendo un notable cese en su curso. Porque ese día, tras años de luchar contra ella, finalmente se ponía de mi lado y me sentí parte de un grupo.
Ese fin de semana oficialmente era miembro del Club de Lectura Guadalajara y no faltaría a ninguna reunión mensual hasta la fecha (en pandemia fueron reuniones virtuales) y cada año nos tomamos la foto de grupo. Debí comentarles esto con anterioridad, pero este año no podía dejar de mencionarlos.
Y ahora bien, una vez comparto esta historia con ustedes, con gusto les presento a mis amigos:
De izquierda a derecha: Fernando, Caro, yo, Vicky, Diana y su hija Atenea y Lupita.
Sin embargo, reconsideramos el ángulo de la foto y pedimos a uno de los guardias que nos tomara la foto desde una posición mas amplia, para que también pueda apreciarse el país invitado de ese año. Y el resultado fue...
Lo divertido fue esperar el momento donde estuviera menos transitado y estar listos.
Desafortunadamente ese día Cris no pudo estar.
Y esta última foto señala el fin de mis andanzas en esta Trigésima quinta edición de la Feria del Libro en Español más grande de Hispanoamérica.
Cada edición es mejor a la anterior y cada una tiene un algo que me hace rememorarla siempre con una sensación de paz, de que algo hice bien y que todos los amigos que nos cruzamos en el camino nos dejamos el alma en todo lo que hacemos y muchos rompemos con limitantes que durante el año nos gobernaron.
¡Gracias FIL Guadalajara por recibirme en una edición más!
Fue una edición que me hizo muy feliz, me reconectó con mis sentidos, pude sentirme yo mismo, coincidí con muchas amistades conocidas y nuevas, hablé de cosas que sólo pensaba y no decía por temor al juicio, conocí libros que sólo había visto en formato digital, vi infinidad de sonrisas y cada día se sintió como ir al concierto de tu artista favorito. Que desde que despiertas, sabes que ese día va a ser un gran día, porque estarás pisando por el mismo suelo donde pasan los grandes autores reconocidos a nivel mundial.
¡Amigos, gracias por leerme!
Nos vemos en la próxima.
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