Reseña: Los mil años de Pepe Corcueña

 

Título: Los mil años de Pepe Corcueña

Autor: Toño Malpica / Ilustrado por Amira Aranda

Libro: Autoconclusivo

Páginas: 102

Género: Infantil/Suspenso

Editorial: El Naranjo

Calificación: 5 Estrellas

SINOPSIS

A modo de fábula y a modo de relato, comienza esta historia.

En el momento en que Noé se levanta de su cama, degusta unos deliciosos huevos con jamón que le preparó uno de los cocineros de su casa. Acto seguido, sale de su residencia acompañada de mas residencias cuya estética seguramente habrá sido diseñada por los arquitectos más reconocidos del país; sube al automóvil donde su chofer lo espera para llevarlo a su educación primaria.

El recorrido, como todos los días, seguía su trayecto... a excepción de un par de detalles que no se si tengan importancia, pero mas vale mencionarlos: dos hombres, uno obeso y otro de cabello largo, bajaron a toda prisa del auto, abrieron la puerta y parecían jugar a algo muy divertido pero que Noé le pareció extraño, tal vez era una nuevo modo de jugar a las escondidillas porque en vez de pegarse a la pared y contar, ahora la pared iba a él en forma de capucha donde contó hasta 100, pero ya no podía abrir los ojos. Sí, tal vez sea algo nuevo.

Unas horas después se encontraba en un cuarto que bien pudiera ser el baño de su casa.

Pero en este espacio, la cama no tenia ni sabanas ni cobertor y mucho menos televisión. Solo se encontraba un inodoro, una cama con un colchón desgastado y... ¿una cadena?

Lo más raro de todo esto, es que esa cadena estaba atada a su pierna... no, no era una cadena porque tenia algo se que le abrazaba, creo que le llaman "esposas", como cuando jugaba a policías y ladrones.

¡Qué juego tan más extraño!

A Noé ya no le gustaba como lucía todo eso, pero hubo algo que le sacó una sonrisa: una ventana. Y en esa ventana estaba El Gorras, un niño de 10 años que lo llamó llorón, ¡pero Noé no es ningún llorón! ¿qué le pasa?

A partir de ahora, su vida estaba por cambiar... para siempre.

MI OPINIÓN

¡Muy buen día tengan ustedes, amigos!

En poco más de 100 páginas, este libro me hizo sentir todas las emociones que no sentí en los libros que leí el año pasado; Antonio Malpica tiene una prosa tan exquisita que no te dice las cosas, las interpreta de tal modo que cuando el niño está leyendo, plasma la tragedia en algo divertido y al mismo tiempo lo deja en suspenso.

Desde la página uno, el libro me secuestró a mí.

Sentía que estaba leyendo un libro infantil pero evidentemente dirigido al público mayor.

Noé viene de una familia acaudalada y a sus 9 años no tiene idea de las malas intenciones que algunos seres humanos pudieran tener hacia esas familias ya que, para él, vivir así todos los días es algo que debe ser lo normal, total, si los papás de sus amigos viven así, todo mundo vive así.

Sin embargo, al escuchar algunas respuestas de El Gorras, se da cuenta que hay un mundo mas allá de los helicópteros, los autos, las casas y los viajes de papá. Era una realidad a la que no quería despertar, la cual destapó su imaginación creando uno de los cuentos mas bellos que he leído. No quiero detallarlo, pero sí te pido que no pierdas detalle del mismo y que, algún día, podamos ver un pájaro mango de raqueta.

Yendo a la historia per se, como lo dije, Antonio Malpica tiene la gran virtud de las palabras: logra darse a entender al niño y al adulto en el mismo contexto, el niño, entiende que se trata de la privación de la libertad sin hacerlo abruptamente; empero, el adulto entiende el lenguaje transmitido en el mensaje y lo suaviza.

Para terminar la reseña, uff, es increíble cómo la vida nos da la oportunidad de hacer lo correcto cuando más lo sentimos, no obstante, pudimos haberlo hecho desde el principio. 

Y cuando finalmente nos decidimos a hacerlo... puede que termine para bien, o para mal.

De esta vida no nos vamos a llevar nada cuando llegue el ocaso; es por eso que mas vale recordar dejar una sonrisa en esos seres que tanto queremos, aunque no sean de nuestra familia pero hay un vinculo con amor.

¡Muchas gracias por leerme, nos vemos en la próxima!