Reseña: Rojo, Blanco y Sangre Azul - El Radar Literario

La casa de las bellas durmientes Agnes Grey un beso en parís  40199054 40043351 El mañana empieza hoy Jesús me quiere 

20 enero 2021

Reseña: Rojo, Blanco y Sangre Azul

 

Título: Rojo, Blanco y Sangre Azul
Título original: Red, White & Royal Blue
Autor: Casey McQuiston
Libro: Autoconclusivo
Páginas: 489
Género: Romance/LGBT/Política
Editorial: RBA (Océano)
Calificación: 4 Estrellas

SINOPSIS

Corre el año 2016 y por primera vez Estados Unidos elige como presidente a una mujer: Ellen.
Luego de unas muy disputadas elecciones, logra salir victoriosa derrotando a su rival por pocos votos.

En el solárium de la Casa Blanca convive con June, Nora y Alexander, o simplemente Alex. Ser la líder de uno de los países mas importantes del mundo es una tarea muy pesada, y más cuando los herederos suelen tener comportamientos poco habituales para la línea de sangre que incluso Abraham Lincoln llevo correctamente con recelo.

Por otro lado en el Palacio de Buckingham, la reina Mary, una mujer de carácter fuerte, recta y disciplinada, octogenaria y firme en sus decisiones, convive... aunque no directamente, con su hija, la princesa Catherine y con el hombre que aparece en las portadas de las revistas más importantes del mundo: Henry.
A su vez, Henry, siendo hijo de Catherine, tiene dos hermanas: Beatrice (Bea) y Philip. Sin embargo, entre los herederos de La Corona pasa que no todo es como lo vemos en la televisión y aquellas fotos retocadas en redes sociales donde siempre hay una sonrisa, es algo... mas complicado que eso.

Llega el día de la boda del príncipe Philip y la familia Clermont-Díaz es invitada al evento que será transmitido en las señales televisivas más importantes del mundo.
Nada puede importarle menos a Alex, ya que detesta al creído de Henry desde aquella vez que en los juegos olímpicos, en Rio, lo humillo de una forma que nunca olvidará. Desde entonces tiene que resistirse a decirle lo que piensa de él, porque, desafortunadamente sus familias suelen verse seguido y no pueden quedar mal ente las cámaras, los periódicos, las redes sociales y todas esas cosas que si no existieran ahora, le harían la vida mas fácil.

Pero como es un hombre de palabra, acude impoluto y en ropa de carácter a la invitación de La Corona. Pero, somos humanos y no podemos ser infiel a nuestros instintos.

Luego de que June casi se desmaya, cuando el príncipe, el hombre más deseado del Reino Unido, la eligiera como acompañante del primer baile de la noche y le dejara una sonrisa indeleble, la tomara de la mano y la regresara a su mesa... bueno, en realidad, lo hizo con un objetivo: Alex.
Quien luego de 5 Brandys, tuvo el valor de desquitar tantos años de coraje al verlo cara a cara cuestionándolo sobre su sentir al llevarse los reflectores adondequiera que vaya; la charla poco a poco fue subiendo de tono hasta que la diplomacia y las buenas costumbres quedaron en el olvido.

Ambos jóvenes se enfrentaron a un duelo, que prometía no pasar de un simple empujón y agresiones verbales.
Pero no olvidemos que se celebra una boda, ¡y no cualquiera!, empero, la sangre de venganza corría por sus venas, olvidándose por completo de las cámaras y los reflectores... teniendo como resultado un desastre que ahora acaparaba más los reflectores, permítasenos la referencia.

Según las notas del día siguiente sucedió algo como esto:
Alex empuja a Henry, éste a su vez se sostiene en seco e intenta zafarse y con ese mismo impulso atrae a Alex, sumando las dos fuerzas que a su vez, por inercia, hace que choquen contra un pastel de casi 2 metros, con litros de nata, kilos de harina y más ingredientes, que sumados al esfuerzo de cientos de cocineros y horas en el horno, dan un total de 75 mil dólares.

¿Qué van a hacer ahora?
Si esto llega a medios sensacionalistas, tanto La Corona como El Capitolio pueden verse afectados, así como también la relación entre ambas naciones. 

A lo cual, Zahra, mano derecha de la Presidenta, tuvo el siguiente plan.
De ahora en adelante, dirán que lo acontecido en la boda real, se trataba de una jugarreta entre los dos, porque hay una gran amistad, la cual empezando la próxima semana se verá más reflejada subiendo 2 fotos diarias, asistiendo a programas de TV, posando para la las revistas con reportajes de eventos sociales y para su fanpage.

¿Podrán soportar verse la cara todos los días?
Después de todo, el llevarse bien puede ser una cuestión de Estado.

MI OPINIÓN
¡Muy buen día tengan todos ustedes, bienvenidos a su blog!

Esta historia me ha dejado marcado porque lo leí en el ínter de fin de año y el inicio de año nuevo y disfrute que esta historia haya sido el puente entre ambos.

Todo empieza cuando June va al dormitorio de Alex, le lleva unas revistas de Socialite, para corroborar que los fotógrafos hubieran a bien percibido su mejor ángulo o de lo contrario, ¿cómo van a superar su numero diario de Likes? ¡No, imperdonable! Todo cuenta, no en vano lucen las mejores marcas, la sonrisa perfecta y la imagen digna de los hijos de la presidenta de EEUU.

Hasta que sale a relucir el tema de la boda del príncipe Philip de Inglaterra, cosa que no tiene muy contento a Alex, le desagrada; me di cuenta del esfuerzo que representaba ir y menos, que mencionaran algo relativo con aquel país. Porque, bueno... ya tenia su historial, no con Philip, sino con su hermano mejor: Henry.

Luego de todo esto, nos hablan del origen de cada uno de los protagonistas y co-protagonistas, sus orígenes, sus personalidades, la interacción entre ellos y especialmente el convivio en familia que (por lo que entendí) hablaban y discutían sus problemas como cualquier otra familia; me gustaba que hacían un paréntesis entre hablar con la mandataria de aquel país, y la madre de familia. Esto es algo que persistió, es decir, eran una familia muy unida.

Sin embargo, luego de aquel desastre provocado por los estragos del ego, la impaciencia y el descontrol, debía convivir con su némesis, ¡luego de tener que aguantar horas de vuelo, jetlag y a la "familia real"! Ahora, estar todo el tiempo con él, no, no...

Desde este punto no soltaba el libro.
Yo sabia que tanta belleza no podía ser tan real; viajar por carretera luego de 6 horas de vuelo para ver cómo Henry solo luce más perfecto con su trajecito de príncipe azul y su caballo blanco, ¡por favor!, no estamos en un cuento de hadas, ja.
Este era el criterio de Alex la primera mitad del libro, por más que quisiera negar que Henry lucia espectacular y volvía locas a las chicas, para él no era algo superficial e insignificante... pero muy en el fondo, lo envidaba.

Sin embargo, había que seguir adelante con el plan o se desataría una guerra comercial.
Del odio al amor hay un paso.
Y me gustó que haya sido progresivo, no fue un instalove, no. A partir de una llamada de Alex a hartas horas de la madrugada (sí, tenían que convivir pero iban de Washington a Londres y viceversa; ya quisiera yo su adaptación del jetlag) fue que surgió una chispa. 

El odio se fue apaciguando,
aumentaba la confianza,
se confesaban cosas personales,
hasta que llegó el tema de la familia, los problemas que no salen a la luz, los secretos que tienen que guardar.
Pero lo que más me marcó fue la frase: ¿te imaginas cómo será vivir siendo una persona anónima? 

Aquí se me volteo la tortilla, como decimos en México. Es decir, me puse en los zapatos de aquellos famosos que no pueden salir a la esquina porque tienen un mar de gente encima y no pueden hacer sus cosas como alguien más. No con esto hago refulgencia de su popularidad, sino que a veces ellos quisieran ser "normales", y salir a divertirse, sin tener mil cámaras encima, veinte paparazzis escondidos y alguien que los grabe a escondidas para convertirlo en tendencia. Caray, pierden su vida para vivir una que ya no les pertenece.

No quiero alargarme más.
Quiero subrayar lo difícil que es romper con estereotipos, cubrir apariencias, resistirse a ser uno mismo, ser alguien tan importante para el mundo y al mismo tiempo querer estar fuera del ojo público porque de lo contrario, lo que con amor se edifica puede verse mancillado por el morbo y los intereses mezquinos de unos cuantos, para satisfacción de medios sensacionalistas que no tienen otra cosa que hacer más que vender amarillismo a consumidores con nulo criterio.

Amigos, este libro logró conmoverme en un determinado punto de la historia, mas allá de la mitad. No porque fuera o no una relación LGBT, sino que la autora habla de dos personas de buenos sentimientos y eso, los sentimientos -que no tienen sexo, ni color, ni forma- son los que se conectaron con los míos.

Con una gran historia que involucra la política, lo sentimental, los retos para alcanzar el éxito, un hecho del pasado de Rafael Luna, un rival ácido y demente como es Richards, una paciencia infinita como la tuvo Cash, la flexibilidad de Zahra, la recaída y el renacimiento de Bea, la astucia de Nora y más momentos, le doy esa calificación.

¡Gracias por leerme, nos vemos en la próxima!

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