Reseña: Nos quisimos... matar

Título: Nos quisimos... Matar

Autor: Jessica T. Raijman y Sergio Krashkur

Libro: Autoconclusivo
Páginas: 224

Género: Narrativa/Vida Real

Editorial: Océano

Calificación: 4 Estrellas

SINOPSIS

Sergio vive a su manera su juventud, independiente, en una habitación que aunque pequeña, esto no significa que él tenga límites. A los 20 años tiene a su pandilla con quienes vive experiencias muy normales, aunque para muchos pudieran parecer atrevidas.

Jessica está de viaje en el extranjero y le parece recordar a alguien a quien su abuelo conoció que le compró algo en una filial de vehículos de transporte, de esos que necesitamos todos los días y que para el colmo, tal vez no sea buena idea porque contaminan el ya deteriorado IMECA de la ciudad de México, sin embargo...

Cuando Sergio vivía de lo más a gusto su vida de soltero convencido de no necesitar de alguien, apareció Jessica como una amiga más... pero poco a poco se dio cuenta que algo tenía ella que la diferenciaba de otras: más aventurada, arriesgada, libre de pensamiento y  palabra y segura de si misma.

Vivimos en una cultura latina donde si ven que tu vecina 8 años menor que tú se está casando, se dirigirán a ti irremediablemente y te harán esa pregunta que no quieres oír, pero que sabes que no te irás sin haber escuchado: ¿y tú para cuando? Y bueno, ni cómo librarla; aunque en este caso Jessica se ve más que orillada a esa pregunta, más aún cuando no está muy convencida porque no es muy devota de ese santo, sin embargo, no siempre logramos liberarnos del todo de estas ideas.

¿Podrán convivir 2 personas con mentalidades de alguna manera, semejantes?
Probablemente sí, ¡pero cuidado!
Cuando pensamos que somos compatibles con esa personita que nos mueve el corazón, quizá se nos podría nublar la verdad y aún así, cuando ya lo sabemos, seguimos esperanzados de que el tiempo arregle las cosas.
Cuando en realidad, uno nunca termina de conocer a la otra persona.

MI OPINIÓN

¡Muy buen día, apreciados amigos!

Vaya lectura acabo de llevarme al terminar este libro, cómo es importante nunca perder la comunicación ya que es muy importante y nunca callarse nada; ¡disculpen!, ya me ando adelantando, mejor comencemos.

Antes que nada, quiero agradecer a Océano México por enviarme el ejemplar.
¡Muchas gracias!

Ahora bien, profundicemos en el tema.
El primer capítulo del libro inicia con la historia de Sergio desde que era un muchacho que le gustaba irse de reventón, pasarla bien con los amigos, y su única preocupación era su habitación donde amaba su desorden bien ordenado; el siguiente capítulo nos habla de Jessica llegando a un lugar donde quedó de verse con Sergio, pero no habla (hasta ahora) de su vida como soltera. Esto al principio me despistó, porque pensé que iba a seguir un mismo orden de vivencias en los capítulos siguientes, ¡pero no!, hasta en esto nos dan una pista de la tónica del libro.

Después el orden se mantiene como tal: un capítulo Sergio y otro Jessica.

Es interesante ver cómo en cada capítulo se van desenvolviendo, tanto en las confesiones como en su escritura; uno habla del otro muy neta, como decimos en México. No se guardan nada y se expresan libremente, sin pensar en que puedan herir susceptibilidades. 

Amé posiblemente tanto como ellos amaron su viaje por África, sus aventuras por aquellos países y fue ahí donde vi un alto nivel de felicidad en ambos. Yo también voy a preguntarme lo mismo que dijo Sergio, donde no sabía si conservar el recuerdo con la retina del ojo o con el lente de la cámara, porque ver a la naturaleza en su esplendor es un espectáculo que tiene que presenciarse en vivo y que pocas veces podemos apreciarlo.

Pude sentirme como un invitado más cuando llegaron al momento de la boda y dije para mis adentros: ¡por fin algo fuera de lo normal!, ya que uno se cansa siempre de lo mismo; cuando propones algo diferente te voltean a ver raro y esa es la señal de que hiciste bien las cosas, por más caras que te pongan.

Sin embargo, como lo menciona en su título: "De un matrimonio fallido a un divorcio exitoso", es aquí donde viene la tesis que nos quiere dejar a todos esta narrativa.

¡Caray!
Que fácil se nos hace pensar en nosotros, pero no pensamos en las consecuencias y en quienes van a salir más afectados. Ni por asomo se nos ocurre que pudiera pasar; no es nada fácil despertar un día y ver que a tu lado ya no descansa esa persona que por años fue tu confidente, amigo, amante y compañero de vida. Te dicen que seas fuerte pero solo tú sabes por lo que pasaste en esos momentos y aunque es muy gratificante sentir el apoyo de los tuyos... hay que vivir el duelo.

Para terminar mi opinión, he de aplaudir la actitud de Jessica. De verdad, no cualquier mujer tiene la madurez de tomar esa decisión. Pero, para llegar a esto tuvo que pasar por un sinfín de altibajos que más que alti fueron bajos; desde hacerse cargo de un par de vidas que empiezan a romper el cascaron hasta levantarse de las cenizas al superar el poder verse al espejo y observar ¿qué es lo que estoy haciendo con mi vida?, y luego las llamadas de los "amigos" que sólo ayudan a sentirse peor, ¡no, eso no lo necesita en su vida!

Muy atentos en el capítulo de Sesión con dos mujeres. Cierro como abrí la reseña, es sumamente importante mantener la comunicación en ambos lados, por más ridículo que pensemos que pueda ser el tema que queramos platicar, porque en este capítulo aprenderemos que nunca hay que guardarse nada y acumularlo por dentro porque es una bomba de tiempo que cuando estalle... 

¡Muchas gracias por leerme amigos, nos vemos en en la próxima!