Reseña: La Belleza del Mundo - El Radar Literario

La casa de las bellas durmientes Agnes Grey un beso en parís  40199054 40043351 El mañana empieza hoy Jesús me quiere 

18 junio 2021

Reseña: La Belleza del Mundo

 


Título: La Belleza del Mundo
Título original: What Beauty There Is
Autor: Cory Anderson
Libro: Autoconclusivo
Páginas: 375
Género: Juvenil/Suspenso/
Editorial: Océano Gran Travesía
Calificación: 4 Estrellas

SINOPSIS

Abro la puerta y esperaba ver a mamá sentada en la mecedora o en la cocina mirando por la ventana; nacía un temor dentro de mí. Llamaba a mamá por todos los rincones de la casa y no obtuve respuesta. Al volver a la mecedora vi un frasco de pastillas abierto, y al mirar al techo la vi colgando del ventilador; una de sus frágiles manos se movía.

Conteniendo mis deseos de encontrarla consciente, la moví, pero... su cuerpo era como un hilo. Intenté con todas mis fuerzas cercenar el cuero que la suspendía y cuando la tuve en mis brazos, supe que una vida se me iba de las manos, pero la otra comenzaba a renacer. Al verla con el rostro inexpresivo y manchas de sangre en sus ojos.

La tomo de la mano y me quedo sentado junto a ella; cierro sus ojos y acomodo el camisón alrededor de sus piernas.

Saco el Tupperware amarillo y reviso que a partir de ahora, sólo tengo 15 dólares con 36 centavos; corrección, debí decir tenemos, porque Matty abrió la puerta, acababa de llegar de la escuela. Es mi hermano menor y lo más importante de mi vida, de manera que no puedo permitir que él se entere de los hechos.

Bebo mi café, me quemo la lengua y le digo a Matty que todo está bien.
Haré esto por él, no permitiré que se entere.

Una larga cicatriz recorría su frente y su mejilla de aquella vez que ella lo atacó con un cuchillo, lo conocí sólo por 9 días: mi padre. Y mientras traigo este vago recuerdo a mi cabeza, observo que cuando Matty se pone la pijama, sobresalen sus costillas y sus rodillas, me encargaré de mantenerlo bien alimentado.

No puedo permitir que venga ese policía y se lo lleve, las estancias infantiles no suelen ser el mejor hogar para niños como Matty; le advertí que de ser así, no abra la puerta y se esconda bajo su cama hasta que deje de escuchar ruidos. Por esta noche él duerme tranquilo, pero yo... no logro sosegar mis pensamientos.

Paso la noche en vela, no puedo seguir así.
Cargo el cuerpo de mi madre sin hacer el mas mínimo ruido. Me repetía constantemente que no volvería a verla, jamás volveré a ver su rostro. Tomo la carretilla y la llevo hasta el cobertizo, buscando un lugar detrás del granero y empiezo el trabajo.

Cuando termino de cubrirla con tierra y con llagas en los dedos, termino hecho polvo, pero sabiendo que elegí la mejor opción; vuelvo a la sala y Matty sigue durmiendo.

A partir de este día mi vida ya no será la misma, ¿qué voy a hacer?

MI OPINIÓN
¡Muy buen día, amigos lectores!
¡Qué gusto volver a verlos!

Esta historia fue un baño de realidad y una pausa de mitad de año a todas mis aventuras literarias. Aquí no hubo fantasía, ni realismo mágico ni ciencia ficción, fue realidad pura y directa. Hubo capítulos que se me complicó leer por lo duro de la situación del protagonista, aunque admito que sí hubo una pizca de heroísmo de película.

La historia comienza cuando Jack, nuestro protagonista, descubre que su madre se ha quitado la vida y su manera de reaccionar es tranquila, no se altera ni se hace mil monólogos de su desgracia, al contrario, busca qué hacer a partir de hoy para resolver su problemática. Quiere mantener a su hermanito al margen, inventándole que su mamá está de viaje y que pronto volverá; vaya, que decirle la verdad a tan temprana edad podría afectar su comportamiento.

Gran parte de los primeros capítulos son desgracia tras desgracia y no veía la luz.
Hasta que vuelve a la escuela y se encuentra con Ava, acosada por Luke Stoddard; al principio no le importa, y cuando ve que ella se defiende y el tipo la amenaza, ahí es donde sale a relucir su pasado y se estresa. Quiero decir, un pasado que tiene que ver con su padre, un acontecimiento difícil de olvidar y que lo preparó para defenderse.

Luego de terminar el asunto de Luke y que Ava huyera temerosa, Jack encuentra un cuaderno de ella en el piso. Pero no sólo eso, también le pareció ver un tatuaje en el interior de su muñeca: un corazón negro como el ónix. 
Después sólo son Jack y Matty, que le prepara el desayuno con lo que tiene, que juegan a las cartas del UNO, que le pregunta por su mamá y contadas veces tiene flashbacks de su vida en familia, cuando todos convivían. Pero también de cómo se fue deteriorando la vida de sus padres, teniendo un comportamiento poco tolerante y estricto... hasta llegar a los medicamentos legales e ilegales.

Es aquí cuando vemos la parte más pesada del libro, que es más de la mitad, todos contra Jack: el frío extremo, las constantes preguntas de Matty, el bullying en la escuela, la búsqueda de un nuevo empleo a partir de un padre de dudosa reputación y lo más importante: un maletín escondido de un robo millonario.

Entonces, no obstante con la mala suerte de Jack, proteger a Matty y los enemigos que se gana en el camino, todavía tiene que encontrar un maletín que le va a cambiar la vida para siempre. Y como si no fuera ya demasiado agotador, mínimo cada 2 capítulos o se gana una herida nueva o se resiente de una herida que creía haber sanado; pero afortunadamente no está solo, algo tiene en común con la vida de Ava, aquella chica de la escuela.

Ella actúa de buena fe ayudándole en todo lo que está en sus manos; admito que hasta más allá de la mitad del libro seguía sin entender por qué le ayudaba como si lo conociera de toda la vida, llegué a pensar que de alguna manera quería sentirse bien con ella misma para sanar alguna herida emocional del pasado... hasta que, olvidaba mencionar algo: en cada inicio de capítulo hay una especie de carta que se va desglosando y conforme avanza la historia, va revelando datos más misteriosos y reveladores.

Entonces todo comenzó a tener sentido, bueno, casi todo...
Las desdichas no paraban y Jack sobrevivía a todas y cada una de ellas.
Ava lo curaba de sus heridas, pasaban los días y la felicidad era una bomba de tiempo que se autodestruía al poco tiempo; sí, los momentos alegres y felices son muy contados.

Y ojo que no con esto quiero decir que la historia sea mala, ¡todo lo contrario!, había días que me apartaba del mundo para seguir leyendo, porque la autora tiene una manera de contarte las cosas que provoca este efecto. Cuando menos me di cuenta, ya habían pasado 2 horas y se me hacían cortos los capítulos.

No quisiera revelar más detalles.
Cory Anderson despertó en mi esa "bestia literaria" que estaba dormida desde hace 6 años, y todo por tener miedo a encontrarme escenas desagradables y que aunque así fue, me di cuenta que eran peores las escenas que yo me imaginaba que lo que en realidad son; hay que poner especial atención en la escena donde Jack va a visitar a su padre, cuando conoce a uno de sus tíos, cuando por confiarse demasiado llega a un remolque y me hirvió la sangre con lo que allí sucede; pero hay una parte en particular que fue la que más me conmocionó.

En palabras de la autora, lo que le sucedió a Ava en su infancia, fue un guiño hacia su propia vida. Y se preguntarán, ¿por qué me conmocionó?, porque -palabras más palabras menos-, viví algo similar en mi infancia y aquellas partes que ella narra a través de Ava, fueron difíciles de digerir en lo personal; revivir un pasado complicado no es fácil, menos cuando -por desgracia- tienes al enemigo en casa.

Puse esa calificación porque varios detalles quedaron en el aire, así como ciertos detalles vitales de la historia quedaron en un final abierto que para mi no fueron tan convincentes; me emocionan en sus más de 350 paginas para llegar a una final inconcluso.

¡Gracias por leerme, nos vemos en la próxima!

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