Reseña: Cómo provocar un incendio y por qué - El Radar Literario

La casa de las bellas durmientes Agnes Grey un beso en parís  40199054 40043351 El mañana empieza hoy Jesús me quiere 

27 julio 2021

Reseña: Cómo provocar un incendio y por qué

 


Título: Cómo provocar un incendio y por qué
Título original: How to set a fire and why
Autor: Jesse Ball
Libro: Autoconclusivo
Páginas: 299
Género: Juvenil/Novela/Narrativa
Editorial: Sigilo (Océano)
Calificación: 3 Estrellas

SINOPSIS

Personalmente no odio a los gatos, aunque hay gente que los odia y los entiendo.

Debería mantenerlo en secreto, tanto como me sea posible.
En la escuela anterior no me creían lo del encendedor de mi papá, siempre lo llevo conmigo porque es lo único que me queda de él, y lo atesoro. Se los advertí: tocan el encendedor y los mato. Como soy mujer, no pensaban que hablaba en serio y que me hayan expulsado pareció no afectarles demasiado.

Lamento sólo rasguñarlo con el lápiz, se merecía más.

Mi vida tiene una fórmula: papá = muerto, mamá en el loquero.

Como toda escuela de clase obrera, tenía que estar en la dirección. 
Veo al secretario tomando notas y al profesor de gimnasia que o-d-i-o. En frente estaba el director con Joe Schott y sus papás; su papá + dueño de una concesionaria de autos = todos lo respetan, ¿por qué? ¡no sé!

Sólo dije que si su serenísima majestad, el héroe nacional del básquetbol, no hubiera tocado mi encendedor, entonces no me vería en la dolorosa necesidad de clavarle el lápiz en el cuello. Pero no le gustó el gesto. Es muy admirado por todos y es el niño mimado del pueblo.

Me advirtieron que si quería seguir estudiando ahí, tenía que disculparme con Joe y su familia.
¡Perdón por no ser más clara! Les grité.

Mi tía es la mejor. De las personas mas amables del mundo; no le importaba que me corrieran.
La quiero mucho, es la hermana mayor de mi papá y tiene al menos 70 años. Gracias a ella fui a otra escuela llamada Whistler. Y fue esa mañana que me dio la sorpresa del encendedor de papá, no como esa ropa que me regaló que tuve que tirar.

Quizá tengan la impresión de que soy un caso difícil, pero sólo soy una persona tranquila que se ocupa de sus asuntos. Puedo vivir de comer regaliz todo el día.

Un mes después por fin me planto frente a la otra escuela: todo vidrio y cemento, ¡por dios! ¿¡eso es una escuela!?
Entro y alguien me pregunta lo más ridículo que pude haber escuchado: ¿tienes pensado inscribirte en algún deporte? 
Le escupí mi jugo de manzana.

Soy buena para adivinar cómo sucederán las cosas. 
No puedo predecir el futuro, pero tengo cierta habilidad para figurarme las cosas.
Puedo adivinar cómo evitar hacer lo que no quiero, o evitar involucrarme en lo que no quiero involucrarme.

Mi tía y yo vivimos detrás de la casa, detrás del jardín. El garage está amueblado y allí vivimos. Yo duermo en la única cama que hay y mi tía duerme en el camastro o en un sillón; una vez desperté a media noche y pensaba que mi tía iba a morir, pero recordé que las mujeres de mi familia son longevas. Odio pensar en eso. 
Al otro día, fue todo un desastre. 

Todos querían saber por qué me citaban en la dirección y les dije que tengo un trastorno llamado cataplexia, es decir, si me río, me quedo dormida. Todos se lo tragaron excepto Stephan; al parecer hay vida inteligente.

En algún momento me pareció escuchar algo sobre la Sociedad del Fuego, que se reunirían en el lugar de siempre. Esta escuela empieza a interesarme más.

Al regresar a casa ese día, mi tía me regaló un cuaderno forrado en fieltro negro, realmente muy lindo. Materialmente debe ser lo más lindo que tengo; decidí usarlo para anotar mis predicciones. Lo llamaré:

EL LIBRO DE CÓMO VAN A SUCEDER LAS COSAS.

MI OPINIÓN
¡Muy buen día, amigos lectores, espero estén 
teniendo un mejor día que yo cuando terminé de leer este libro!

Antes de comenzar, agradezco a Editorial Océano por el envío 
del ejemplar, ¡de verdad, muchas gracias!

Para empezar, este ha sido el libro que más reto me representó en cuanto a estabilidad mental. Se trata de una protagonista que, entiendo que la vida no ha sido fácil para ella, no tuvo unos papás que estuvieron con ella desde sus primeros años; por ahí en algún capítulo vagamente se habla de ellos, pero no le transmitieron valores, cero autoestima y ni hablar de conseguir metas.

¿Por qué digo que fue un reto?
Este libro reflejó gráficamente aquellos días de autosabotaje; mis peores pensamientos eran la realidad de Lucía Stanton. Aquellos días donde empiezo con el pie izquierdo y mi cabeza cree que todo el tiempo las cosas van a salir mal y no hay poder humano que lo detenga.

En el primer capítulo conocemos la forma de pensar de Lucía, una rebeldía que todos tenemos a esa edad y es porque (a mi manera de pensar) nuestro cerebro despierta y tiene hambre de saber más allá de la superficie. Hasta cierto grado entiendo y tolero su razonamiento, que no es halagador para alguien que va rompiendo el cascarón.

Conforme avanzan los capítulos veo que sigue teniendo esa rebeldía, pero ésta se va incrementando mas y no hace el intento por tratar de simpatizar con alguien; pretende que todos se adapten a su forma de pensar y no sale de ahí.

A menos que se refiera a su tía, el único familiar vivo que le queda.
Pero es es igual de irreverente, piensa de manera muy distinta a los padres de sus compañeros y no tiene miedo de decir tus verdades en tu cara; es la única persona en el mundo que la entiende, que logra simpatizar con ella, que no tiene pensamientos pesimistas sobre ella (salvo uno que otro) y es su refugio emocional; pero... no del todo, porque hay cosas que le oculta.

No les miento, pensé que no iba a llegar a la mitad del libro porque me vi tentado a dejarlo unos días; el que alguien tenga tan poca fe en sí, le importe un comino la vida a tal grado de insultar porqué si a cuan persona se le ponga en frente, robe cosas por que sí, crea que su mundo es el único mundo existente y debe atacar a quien discrepe... caray, no me di cuenta que también en mi cabeza se formaba una montaña de negatividad que (de verdad) me sacaba del presente.

Todo o gran parte del libro tiene una energía tan absorbente que no sé cómo, pero logré batear varios bloqueos mentales. Más allá de la mitad fue donde parcialmente logré engancharme con la lectura, cuando Lucía por fin fue la mentada Sociedad del Fuego; cuando ella lee el panfleto para poder entrar a dicha comunidad, el mensaje es: la única manera de tener éxito es aplastando todo lo que alguien ha logrado construir con los años, solo así tu autoestima puede elevarse y sentirse satisfecha, recuerda que si ves a esa persona triunfando, significa que se está burlando de ti.

Al principio me pareció entretenida la parte donde en su cuaderno apunta lo que cree que va a pasar y luego viene la realidad. Hasta que se repite tanto que aburre y pasa a ser un relleno innecesario.

Sobre la historia, no hay realmente algo significativo.
Pocos, contadísimos momentos divertidos y frases que pueda recordar.
Aunque en los últimos capítulos sucedió algo que me indignó tanto como a la protagonista, fue predecible el final. Un final abierto y me quedé con varias dudas sin resolver.

¡Gracias por leerme, nos vemos en la próxima!

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