FIL Guadalajara 2023 Día 4 y 5

Llegamos a la mitad del camino y la vida ya me dio más sorpresas de las que esperaba; pero espera, ¿hay más?

Desde el día 0 me sentí tan contento de ver cómo montaban el stand de Hachette Livre, especialmente una sección (o varias) donde predominaba un libro que me hizo replantearme mi vida y dejar de preguntarme por qué me pasaba tal o cuál cosa en mi pasado.

Mi libro favorito del año cobraba protagonismo.

La historia de Nora Seed fue tan similar a la mía, por su edad, su forma de pensar, su nostalgia por el pasado, sus berrinches por lo que no pudo hacer en el pasado y otras cosas más que también a mi me habría gustado cambiar; leerlo y entender que sólo tenemos el ahora y todo pasado fue perfecto, fue la mejor lección que pude llevarme.

Como dije, este año mi reto fue salir de mi zona de confort y leer esos libros que no son para todos; y no por orgullo o altanería, sino su temática tan fuerte que a pesar de que me dejó varios días teniendo sueños extraños -casi pesadillas-, fue una lectura que me dejó una marca de por vida.

El monstruo pentápodo es uno de
esos libros que sólo leeré una vez en la vida.

Liliana Blum es de las muy contadas autoras que habla de temas que muy pocos osan de siquiera hacer referencia. Tiene una voz muy fuerte a través de su pluma y nos invita a hacer consciencia de nuestro alrededor. No podemos tapar el sol con un dedo, tenemos que abrirnos a la realidad y ver que quizá ese vecino que en apariencia trata con mucho amor a sus hijos, detrás de la puerta podría ser un enfermo mental, un psicópata o alguien con un disparate en su cabeza.

¿Recuerdan que en el post anterior les hablé de un autor que por fin estaba en México?

Mi amiga Tere (a quien alguna vez llamé La Sonrisa de Booktube) tuvo el honor de invitarme a una entrevista que esperó pacientemente 5 años. Andrés Neuman es uno de sus autores favoritos (si no es que el #1).

Verla tan feliz con él me hizo cuestionarme, ¿por qué yo no puedo hacer lo mismo?
Bueno... el síndrome del impostor es un tema que tengo que trabajar mucho.

Ese jueves quedará de por vida en mi memoria;
recuerdo el día y recuerdo la hora, alrededor de las 4 de la tarde.

Andrés puede convertir en poema un hecho simple de la vida.
Puede transformar una desgracia en un aprendizaje por medio de palabras que te reconfortan y te consuelan.

También te motiva a vivir tu presente y disfrutarlo, aunque pueda sonar tonto cuando estés pasando un momento muy complicado.
Amigos, los invito a leerlo, querrán leer más de uno de sus libros.

Voy hasta el fondo de los stands, de esos donde casi nadie se queda pero muchos se quedan a descansar. En uno de esos se localiza un piano, mi parte favorita de la Zona Nacional, ya que espero en algún momento aprender a tocarlo; navegaba entre los libros con las partituras no sólo de los grandes clásicos de la música, mi sorpresa fue mayor al encontrarme con...

Gran parte de la discografía de Taylor Swift estaba presente en esta FIL, 

hasta antes de The Tortured Poets Department.
(Siento que ya había puesto esto antes, pero no me canso de compartirlo).

Muy cerca de ahí había un letrero que brillaba, literalmente.
Fue un descanso para mis ojos y a la vez un espectáculo con un mensaje muy claro.

Sin duda.

Nuevamente a descansar.

Amigos, si han estado en FIL entenderán que esta operación tendrán que repetirla.
Esta vez fue para nutrirme por dentro y energizarme por fuera; a pesar de que prácticamente todos los días las mesas están ocupadas, curiosamente siempre me encontré una mesa para mi o para mis acompañantes.
Son las tarde-noches mágicas de la FIL.

Al salir de BookUp me encontré a Yesi Castillejos con su hermano.

Estaba grabando contenido para sus redes.
Les recomiendo 100% seguirla, creo que alguna vez la llamaron El Espíritu de la FIL porque es la primera en dar tips de cómo llegar desde varios puntos de la ciudad a la Expo, incluso dentro de la misma cuando algún local cambia de lugar. Por ejemplo, gracias a su TikTok muchos supimos llegar a tiempo al Encuentro Booktube.

Ese día fue corto pero muy sustancial. Lietza y yo estábamos en BookUp cuando súbitamente la vida me dio una sola oportunidad. Escuchaba unas voces familiares y no sé si mis ojos me engañaban, pero me parecía ver a la distancia a algunos de los panelistas que en Encuentros anteriores había visto... pero de lejitos.

Lietza se llevó un par de recomendaciones que le hizo Mariana.

Al principio tuve que controlar mis nervios y mis latidos, porque tenía en frente a una de las creadoras de contenido literario de la nueva era: Mariana Booker. Personalmente la he conocido mejor en estos meses que transcurrieron desde aquella noche y aparte de ser una gran creadora, habla de salud mental, nos habla de su familia, comparte sus viajes, en fin. Tan humana como buena persona.

No sé de dónde saqué valor pero le pedí una foto.

Ese día fue uno de los mejores de la semana.

 

Perdí la cuenta de todas las recomendaciones que me hizo, porque tema que se nos ocurría y tema que ella había leído y sabía dónde estaba cada libro. Debe ser de las creadoras más completas que conozco.

Pero las sorpresas no paraban ahí y mi día iba a terminar con una sorpresa más que si le hubieran dicho al Moy de 2015 que este momento iba a pasar, jamás se lo habría creído.

Alberto Villareal y Clau Reads Books, fue el cierre de esa noche.

Ese día le planté cara a mis miedos, a mis nervios y a mis complejos.
Por primera vez me animaba a tomarme foto con celebridades y que mejor que con estos creadores que llevan años haciéndolo.

Con esta imagen terminaba mi día y con una sonrisa que no había tenido desde hace mucho, mucho tiempo.

Y con esto terminaba mi día 5, uno de los mejores en los últimos años.

¡Gracias por leerme, nos vemos en la última entrada!