FIL Guadalajara Día 4 y 5 - El Radar Literario

La casa de las bellas durmientes Agnes Grey un beso en parís  40199054 40043351 El mañana empieza hoy Jesús me quiere 

16 septiembre 2023

FIL Guadalajara Día 4 y 5

Nos encontramos en la mitad de la jornada y llegan las sorpresas (aún) más inesperadas.

Para entender la siguiente imagen, los pongo en contexto.
Soy una persona que la mayoría de sus amistades las ha hecho en línea, no entendía porque la vida me ponía ese camino cuando yo veía que a mis amigos de la escuela se les facilitaba relacionarse tan fácil con los compañeritos. Por más que quería empeñarme en intentar salir y hacer nuevos amigos, la vida me seguía diciendo que no era por ahí.

Llega el año 2015 y juro que aquel Primer Encuentro Nacional Booktube lo sentí y escuché tan fuerte, que era la vida diciéndome: ¡aquí tienes tu respuesta! Pero no lo entendía; hasta que me involucré en Booktube, una comunidad donde aparte de hablar de libros, se transmitía una sensación distinta que no conocía, pero que había estado buscando, ¡y nos encontramos!

Para ese entonces yo salía de un lugar que me había ayudado a superar asuntos personales, emocionales, había enfrentado miedos, hice algunas amistades (que actualmente pocas conservo). Poco a poco llegaron nuevas amistades en esta nueva comunidad para mi y me encontraba con personas que a través de las letras me enseñaron un mundo diferente al que conocía. 

Fue entonces que por fin encontraba algo en lo que realmente me sentía a gusto, compartir mis opiniones sobre algo sin que me sintiera invalidado; con el paso de los años, estuve en algo desconocido en ese entonces llamado Lectura Conjuntas, que era como jugar en "multiplayer" pero cada quien a su paso y sin el apuro de hacerlo todos al mismo tiempo. Luego de esto, nos daríamos cita en línea intercambiar nuestras opiniones. Esto redujo notablemente mis días de insomnio, de ansiedad, de miles de ideas que se hacía mi cabeza al estar pensando sólo en videojuegos y perder el tiempo en cosas que no me suman.

Pasa el tiempo y gracias a Tere, me uno al Club de La Orden del Fénix y me encuentro que, como lo dice el lema: leemos miles de historias y renacemos en cada una de ellas; con el tiempo hubo un vínculo más allá de las letras que nos unieron y fui testigo de una amistad que surgió en este club, se conocían sólo por redes desde el 2020 y tras 2 años debido a la pandemia, finalmente se conocían. Ese encuentro quedará para la posteridad.
Como ya lo había dicho, la FIL es el punto de encuentro de 
amistades que llegaron para quedarse, ¡finalmente se conocieron Tere y Pepe!

Y con este momento entendí el mensaje: Moy, tu destino es diferente; uno no no elige las amistades, el universo te va dando señales hasta que unas los puntos y comprendas el porqué de todo eso que te estaba pasando. Felicidades, lo lograste.

Acto seguido, ese mismo día conocí al resto del crew.
Los que llegaban desde Veracruz, de CDMX, de Michoacán... todos nos reuníamos por primera vez como familia, como amigos, como un equipo. Y tuvimos la bendición de estar en compañía de uno de los miembros honorarios del club (aunque suene repetitivo) Toño Malpica. Aquella tarde -hasta ahora- la considero como el mejor día de la semana.

Cuando uno se siente bien, el universo conspira a tu favor.
Buscábamos una mesa y en ese momento 3 personas nos indicaban que estaban dejando la mesa, para posteriormente ir a busca una mesa más porque éramos más; nos sentamos alrededor y repartimos separadores, pines, libros, risas, recuerdos, confianza, honestidad y fue en ese momento donde me di cuenta que no me había sentido así desde hace mucho tiempo.
A la izquierda tomé la foto en el momento en que se tomaba la foto de Pepe, Pao y Tere 
con Mari y a la derecha Karlette y Kayuri platicaban con Toño mientras Yuli escuchaba.

Y luego de no sé cuántas horas de charlar, que córrele a la fila de las pizzas, que te aparté lugar para la fila de las bebidas, que si ya leíste tal libro o, ¡claro!, cuando Toño leyó el cuento de Tere. Creo que empezamos en la tarde y cuando miré al cielo, ya se nos había venido la noche. Para después acomodarnos todos y tomarnos la foto del recuerdo, esa que siempre llevo conmigo:
Todos recordaremos ese día como uno de nuestros mejores momentos.

El show debía continuar y nos fuimos al salón 2 del Área Nacional para presenciar un momento, el único momento en FIL donde compartí momentos únicos al lado de una de mis más grandes amigas, porque coincidimos en experiencias de la vida: Maricruz. Era un momento muy especial para ella, se trataba de su autora favorita Mónica Lavín acompañada de Myriam Moscona, presentando el libro: Los últimos días de mis padres.
Fue tan lindo ver cómo Myriam hablaba de tantas coincidencias en sus vidas, 
tanto en el año en que nacieron como con los hijos.

Hablar sobre la muerte, es un tema que pocos autores se atreven a tomar, especialmente cuando algo tan personal lo llevan al dominio público. Esa noche Myriam dio una de las introducciones más largas que he escuchado, hablando sobre sus experiencias, cuando se conocieron y finalmente entrando en materia con el libro; luego Mónica dijo algo que me conmovió, en un año pierde a su padre y al año siguiente su madre era la siguiente. Y esto a su vez lo utilizó como inspiración para crear este ejemplar que ahora tengo en mis manos, porque supo transformar el duelo en una despedida de la que ahora todos somos parte cada vez que leamos estas memorias.

En 7 años que llevo yendo a esta cita con las letras que todos tenemos, fue la primera vez que no me di cuenta cuándo brotaron las lágrimas de mis ojos. Porque todos tenemos una historia con un ser querido que amamos y el pensar en el momento de despedirlo... fue algo que aparte de quererlo más, ahora entendí muchas cosas que quizá no captaba porque no tenía las experiencias para comprenderlo.
Aquí le relataba mi relación con mis padres. Luego de escucharla los 
entendía más: hay que quererlos y amarlos porque son nuestros padres.

Ese día Mari y yo tuvimos un cambio espiritual.
Cada uno tiene una historia que contar, una moraleja qué aprender y sobre todo -pienso yo- nos desatamos de cadenas (creencias) que no nos dejaban seguir. Todo esto sin esperarlo.

Terminaba un día más y estaba muy cerca de suceder uno de los eventos más esperados por mi: El Encuentro Nacional Booktube. Pero antes debíamos pasar por la Cena Booktube, que es la antesala de dicho encuentro.
Esta foto la hice desde el día 0, para no olvidar dónde iba a ser.

Dicha convivencia sería hasta la noche, pero antes... algunos eventos previos.
Primero, ¿recuerdan que les había dicho que hubo una firma de libros?
De todo el rato que llevo acudiendo a hacer fila, esta vez las dimensiones se desbordaron, porque créanme cuando les digo que jamás había visto una fila tan larga, tan extensa y tan grande. No exageraba cuando dije que Ali Hazelwood tuvo el libro más leído de la FIL y para muestra, aquí unas pruebas:
La Fila empezaba desde abajo y del ángulo de 
esta foto es la mitad, la otra mitad...

...continuaba luego de pasar entre los asistentes y los coordinadores, que en todo momento mantuvieron el orden, revisando que no se alterara la fila...
...que continuaba por las alturas, teniendo un límite hasta 
donde empezaba la fila, a un lado de las escaleras eléctricas.
Mis respetos a quienes se mantuvieron firmes por lo que fueron más de 7 horas.

Pero yo tenía una meta en esta FIL, ya que pudiera ser la última vez que iba a ver mi saga favorita en el stand de firmas y debía cerrar un ciclo que había permanecido por mucho tiempo:
Desde muy temprano también empezaba la fila para Mundo Umbrío; hubo algunos (como yo)
 que tuvimos que perdernos la presentación del libro para llegar directo a la firma.

Afortunadamente no fue mucha la espera y de todos modos me encontré con amigos mientras esperábamos a que llegara Jaime y que nos dieran nuestro turno; esta vez olvidé tomar foto a la fichita donde viene mi número, pero recuerdo que me tocó el #20. No sé cuanto se nos fue en la plática que cuando menos acordé, todos volteamos y vimos que ya venía Jaime acompañado de Diego Mejía, su editor (una de las personas más educadas, divertidas y empáticas que conozco). Y con una sonrisa nos recibió a todos, 
¡y no se levantó hasta que firmó el último ejemplar!
Esta foto tomó exactamente 7 años en llegar.
Mi paciencia fue recompensada.

Pero amigos, la vida nos pone una oportunidad y es nuestra responsabilidad tomarla o dejarla ir. De manera que yo no iba a desaprovechar este día y me tomé la foto con 2 personitas con las que convivo en redes y seguido comento sus estados y sus posts:
Esta foto es inédita, por primera vez la revelo al mundo.
Soy fan de la trilogía del Enmascarado de Terciopelo.
Aquí estoy con Diego Mejía Eguiluz.

Y me pareció escuchar una voz familiar cuando le dijo a Jaime que me hiciera una dedicatoria especial al firmarme mi ejemplar, ¿cuál va siendo mi sorpresa? Sonrío, volteo y se trataba de:
Otra foto inédita que revelo por primera vez al mundo.
Lobos fue el libro que me abrió las puertas de la literatura de terror.

Todo un caballero, educado y sobre todo un gran ser humano.
Platicamos brevemente sobre sus libros, un personaje un poquito detestable de La última casa en la Montaña y en ese momento se me ocurrió hablarle de un videojuego que según yo pocos conocían, ¡y él también lo había jugado!
No cabe duda que ese día fue de muchas sorpresas.

Y ahora sí, viene lo que celebramos aquella época noche en la Cena Booktube, una de las noches más significativas y memorables que he experimentado, pero eso será hasta el siguiente post.
Me despido desde el pasillo donde muchos se toman la foto y 
otros deseamos transitar cada año, ¡nos vemos en la próxima!

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